Un hombre y una mujer caminan hacia la parada de camión que está sobre la calle principal del Centro Histórico de Oaxaca. El hombre porta camisa de manga larga y pantalones, ambos de mezclilla, y sobre la camisa porta un chaleco rojo en el que se lee “Salvando Vidas A.C.”.
Por: Ana Lilia Pacheco Bautista
Le pide a la mujer que abra la mochila que lleva en la espalda y saca un esmeril y un martillo, se inclina y comienza a golpear el corazón de un tronco que hasta hace unas semanas era un árbol.
Después de una hora, tras conseguir quitar el pedazo de tronco que dejaron a la mitad de una calle, la mujer comienza a grabar al hombre, quien se presenta como Manuel Chávez:
“Estamos aquí en la avenida Independencia frente al Jardín Sócrates. Estamos quitando el tronco porque impide la movilidad de las personas que aquí pasan porque nosotros, grupo Salvando Vidas, siempre nos preocupamos por los peatones, por lo que esta mañana conseguimos que la calle quedara accesible”, relata.
En su página de Facebook, el fundador del grupo Salvando Vidas detalla que la mujer que lo grabó es su esposa, Ángeles Sanjuan, quien lo ha acompañado desde hace ocho años a quitar los obstáculos que hay en las calles para que sean más accesibles para los peatones.
Una caída ajena que les cambió la vida
Mientras Manuel se limpia el sudor provocado por el esfuerzo de haber quitado el obstáculo y peligro para los peatones, relata que hace ocho años caminaba junto con su esposa por las calles del Centro Histórico de Oaxaca cuando frente a él vio como una persona ciega se tropezaba con una coladera abierta y caía.
Recuerda que le comentó a su esposa su pesar y decidieron hacer algo para cambiar la vida de miles de personas que todos los días se enfrentan a estos peligros, no sólo personas con discapacidad (PCD) sino todo el que sea peatón.
Desde ese momento, Manuel, su esposa, hijos y conocidos que empatizaron con este proyecto y comenzaron a “salvar vidas”, ya sea quitando tornillos del piso, tapando coladeras, rescatando espacios públicos, protegiendo árboles y creando rampas en las banquetas.
A pesar de que muchas personas han desertado del proyecto debido a que no es remunerado, Manuel continúa creando una ciudad más amigable con el peatón, aunque admite que ha sido muy difícil, pues sí se necesitan varias manos para generar un cambio.
Sastre de calles
Don Manuel comparte que cuando no está “salvando vidas”, se dedica a un oficio que le enseñó su padre desde muy pequeño: ser sastre, pero como él comenta entre risas:
“En mi casa soy sastre, pero ya afuera me convierto en albañil, policía vial, arquitecto, jardinero y más”.
Asegura que gracias a ese empleo, ha podido pagar la transportación, materiales, herramientas para tapar las calles de la capital oaxaqueña y zonas conurbanas, pues las donaciones no siempre son ostentosas.
“Me han llamado algunos vecinos de otros municipios que no sea el capitalino y me preguntan que si puedo donar o ayudar con material, pero les digo que apenas y tengo para cubrir lo mío”, afirma entre risas.
Admite que en un principio desconocía términos como “movilidad”, “inclusión”, pero poco a poco ha ido investigando sobre este tema que le apasiona y aunque no recibe un sueldo, sí ha tenido el apoyo de otras personas y empresarios.
Comparte que las herramientas y materiales de trabajo los ha conseguido con vecinos, donaciones e incluso a través de convenios con empresas que se han dado cuenta de la importancia de su labor en las calles de la capital.
Salvar peatones sin politizar la misión
Don Manuel relata que previo a las elecciones de 2021, un joven, quien después se postuló para candidato a la presidencia municipal, le prometió ayudarlo y a multiplicar estas acciones con mejores maquinarias.
“Nos regaló los conos plegables, guantes y algunas herramientas y nos sugirió hacerlo parte del proyecto, pero no queremos que estas acciones se politicen”, aseguró.
Esto lo confirmó Gerardo Aldeco, presidente del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO) y quien ha participado en distintas actividades con don Manuel: debido a su gran labor, empresas y otras fundaciones se han acercado a él.
“Don Manuel tiene convenio con la empresa Eléctrica Mexicana, la cual también tiene un compromiso altruista; incluso tiene un instituto de capacitación y lo ha apoyado principalmente con las tapas de coladeras”, aseguró.
De acuerdo con el presidente, cada tapa tiene un costo de más de 800 pesos, que don Manuel no puede costear solo, por lo que este tipo de ayuda es bienvenidas por las asociaciones civiles.
Rampas en las esquinas
Laura Amador, mamá de Saraki, quien tiene una discapacidad motriz y se apoya de una silla de ruedas para trasladarse, señala que le cuesta trabajo transitar en las calles de la capital oaxaqueña; muchas banquetas tienen hoyos, carecen de rampas o en ocasiones son obstruidas por automóviles.
Pero desde hace dos años, cuando don Manuel, junto con una asociación, rompieron las banquetas y crearon rampas, la vida de Saraki y miles de oaxaqueños que tienen discapacidad motriz, e incluso quienes no, mejoraron su movilidad.
Don Manuel recuerda que en ese proyecto aprovecharon el deterioro de las esquinas de la capital oaxaqueña para incluir una rampa, que son escasas en las banquetas de las vialidades de la capital.
Aseguró que, a través de donaciones, adquirieron los materiales necesarios para realizar esta acción la cual beneficiará a transeúntes y a personas con discapacidad motriz.
“Con este arreglo se beneficia a toda la ciudadanía, pues se hace accesible; si los automovilistas dañan la banqueta, también dañan a los peatones”, enfatizó.
Y no sólo los peatones, pues comparte que sobre la calle de Porfirio Díaz había una coladera que llevaba años destapada hasta que se puso de acuerdo con el dueño de una tienda de abarrotes que está frente al hoyo y juntos lo taparon, por lo que desde entonces, asegura que la tienda ha tenido más ventas.
Darle valor a la vida
Mientras le toca el hombro a su esposa, don Manuel recuerda los inicios de Salvando Vidas, por lo que comparte una anécdota en la que su esposa terminó bañada del agua estancada de un bache; incluso señala que tiene guardado el momento en una fotografía.
“Quizá no fue la respuesta correcta, pero le dije que estos son gajes del oficio y que nos iba a pasar y seguimos tapando baches porque siempre nos preocupa la gente, porque tenemos el sentimiento de darle valor a la vida”, confiesa.
Por ello, señala que al ver un bache en una carretera no piensa en cómo pueden dañarse los automóviles, sino la posibilidad de que un motociclista o ciclista caigan en ese agujero y salgan volando.
Resalta que después de la acción de tapar baches, siguió la de poner tapas en los registros del drenaje, y quitar tornillos que dejan en el piso cuando retiran un teléfono de monedas, con lo que ha prevenido varios accidentes.
“Poco a poco nos fuimos dando a conocer al grado de que una vez una señora nos llamó para pedirnos que quitáramos unos tornillos porque a ella le pasó que no los vio y se fracturó el tobillo; no quería que a más personas les sucediera”, manifiesta.
El activista comparte que pocos se atreven a tener acciones como las de él, pues es importante quitar los obstáculos que muchas veces no son visibles, pero tienen consecuencias graves como el de la señora.
A pesar de que se contactó a la regidora y subdirector de Medio Ambiente, así como la de Grupos Vulnerables y de Obras Públicas del municipio de Oaxaca de Juárez para conocer su punto de vista sobre las actividades que realiza don Manuel, ninguno quiso hablar del tema.
Sin embargo, don Manuel comparte que en algunas ocasiones han trabajado con ellos y se han abierto a hacer algunas actividades como el rescate de espacios públicos, pero en otras ocasiones y administraciones, el diálogo es difícil.
“Los primeros meses de activismo, esto hace 8 años, mientras hacía la reparación de una alcantarilla, los inspectores del municipio quisieron quitarme mi bocina con la que llamaba a cuidar los espacios, por lo que tuve que suspender la actividad”, admitió.
Salvando Vidas, reconocido a nivel nacional
El presidente de la COAO admite que actualmente no ha visto muchas actividades por parte de don Manuel debido a la pandemia, además de que al tener éste un empleo, no se puede enfocar 100 por ciento al activismo.
Añade que las actividades que realiza don Manuel, como el tapado de alcantarillas, es digno de reconocimiento, pues evitan varios accidentes en la Ciudad de Oaxaca.
“Hay estados y ciudades que dejan sus calles como están, pero en este caso, don Manuel las arregla para garantizar mayor movilidad a los capitalinos y claro, eso es digno de admirarse”, comparte.
Gerardo Aldeco admite que don Manuel no puede solo con el problema del alcantarillado roto, falta de rampas, cero cuidado de los árboles, por lo que es importante que se unan los Comités de Vida Vecinal (Comvive) de la capital, así como más personas que se sensibilicen con estos temas.
“Don Manuel es una persona interesante que ha hecho mucho por Oaxaca y así como él hay otros grupos que se han sumado para mejorar la capital” aseguró Aldeco.
Por su parte, don Manuel reflexiona: “me he dado cuenta que no todo debemos dejárselo a las autoridades, también nosotros debemos poner nuestro granito de arena, porque no nos beneficiamos sólo nosotros, si no todas las personas”.
Este reportaje surgió del curso de periodismo de soluciones impartido por CLETOFILIA y financiado por el International Center for Journalists (ICFJ).